Un sueño increible 2

Como ya dije en el anterior post, mis sueños son un poco o bastante raros, asi que con el tiempo he empezado a acostumbrarme a ellos, aunque de vez en cuando me sorprendan. Este sueño lo tuve hace un par de dias.

El sueño tiene dos partes: la primera comienza con una nave espacial que aterriza en la tierra, de ella sale un chico, de mi edad que ha llegado justo a donde yo vivo, acaba viviendo en mi casa y nos hacemos amigos, al cabo de un tiempo el me enseña algo que posee, un poder, el hace un circulo en cualquier superficie y lo que queda dentro no puede salir, el empieza a hacer mas grande ese circulo tanto que cubre la tierra por completo, entonces yo le dije que porque hacia eso y el me dijo que queria que yo me fuera a su planeta y me casara con el y retiraria el circulo, yo lo pense y le dije que lo haria, por el bien de la humanidad. Aqui acabo la primera parte.

La segunda empieza cuando llegamos a su planeta y alli nos casamos, porque resulta que el es el jefe de ese planeta, por decirlo asi. Despues de la boda me explica que tenemos que tener relaciones, es decir, hacer el amor, porque su planeta esta condenado sino, el caso es que hace mucho que no nacen mujeres en su planeta, por lo que no pueden reproducirse y que por eso empezaron a buscar un planeta donde hubiera seres cuyo codigo genetico fuese bastante similar y que el resultado habia sido la Tierra y que solo una mujer era 100 % compatible, esa mujer era yo, quien sino. Pero que despues de un tiempo se enamoro de mi y que como parecia que yo no le hacia caso pues hizo lo del circulo. Tambien me advirtio que podiamos tener relaciones fisicas muchas veces pero que solo la primera vez tendrian como consecuencia un embarazo, asi fue, me quede embarazada, yo pense por el tamaño de la barriga que venia un unico bebe y cuando el parto llego, trajo una sorpresa.

Yo no tuve un bebe como podia tener una mujer normal, sino que di a luz capsulas, como las que toma la gente, las tipicas que son de dos colores y si las abres hay un polvo blanco, bueno estas capsulas eran grises y algo mas grandes, pero tampoco mucho, salieron ¡36 capsulas!, las cuales entraban en una miniincubadora individual que las daba calor. Las veia moverse y crecer, cuando alcanzaban el tamaño de un raton de ordenador, las capsulas se rompian como si fueran huevos y se veian asomar manos y cabezas y los seres diminutos que habia en su interior empezaban a llorar, cuando salian completamente de la capsula se veia que era bebes como los humanos pero muy pequeños, mi marido me explico que segun fueran saliendo se les pondria en ese orden, el primogenito fue un niño, pero en el recuento final 6 capsulas no se abrieron, mi marido me dijo que si no lo hacian es porque esos bebes traian taras de mi especie, como canceres, enfermedades de miocardio o malformaciones y que asi se evitaba, que eso lo proporcionaba su especie, seleccion natural pura.

Todos estaban muy contentos porque habia mas niñas que niños, eso queria decir, obviamente, que mis hijas se podrian casar con los hombres del planeta, los cuales no empezaban a envejecer hasta que no habian tenido relaciones con una mujer. Mi esposo estaba muy contento porque cuando el nacio, solo fueron 2o bebes-capsula y que murieron 10, entre los que no se habrian y los que si se abrieron pero murieron poco despues y que con el paso del tiempo sus hermanos y hermanas habian muerto y que cuando murio el unico hermano que le quedaba, se marcho a la Tierra y habia tardado 2 años en llegar.

Pasaron 4 meses y los bebes tenian un tamaño de recien nacido terrestre, pero otros 2 bebes habian muerto, con lo cual tenia un total de 28 hijos, en un solo parto, eso me parecio un chollo (en sueños y en la realidad), entonces les quitaron las incubadoras, que con el tiempo habian ido haciendose mas grande para adaptarse al propio crecimiento del bebe, porque ya no habia riesgos, por primera vez desde que nacieran pude tocarlos y besarlos. Mi marido me dijo que la tradicion era que al hijo o hija primogenito llevara el nombre que eligiera su padre y que al resto de hijos el nombre se lo ponia la madre, yo acepte. Le pregunte si podia poner nombres de mi planeta y me dijo que si, los bebes llevaban una pulsera en la mano asi que yo iba dictado nombres: este Yuu, esta Haruhi, esta Lucia, este Pablo, asi hasta 27, aunque no recuerdo bien que nombre habia elegido mi marido para el primogenito, si se que derivaba el del suyo propio, que tampoco recuerdo cual era. En el planeta todos estabamos felices.

Y asi acabo el sueño, por cierto que hijos e hijas mas guapos que tuve, claro, porque yo lo valgo, sino aqui iban a salir, ademas su padre tambien estaba de muy buen ver.